Introducción
El gato doméstico, conocido comúnmente como “gato,” es un mamífero carnívoro perteneciente a la familia Felidae. Se trata de una subespecie domesticada del gato montés (Felis silvestris catus), resultado de la convivencia con los seres humanos a lo largo de la historia.
En diversas culturas y de manera coloquial, recibe varios nombres, como:
- Minino
- Michino
- Michi
- Micho
- Mizo
- Miz
- Morrongo
- Morroño
- Gato
- Gatito
- Gatote
- Minou (en francés)
- Katze (en alemán)
- Gatto (en italiano)
- Gató (en portugués)
- Kitty (en inglés)
- Pussycat (en inglés)
- Tigger (en inglés, popularizado por el personaje de Winnie the Pooh)
- Whiskers (en inglés, “bigotes”)
- Meow Meow (en inglés, que imita el sonido del maullido)
- Pusheen (nombre popular de un personaje de gato en internet)
- Tom (como en “Tom y Jerry”)
- Felix (como en “Felix el Gato”)
- Garfield (como en “Garfield el Gato”)
- Silvestre (como en “Silvestre y Piolín”)
Taxonomía
Aquí tienes una tabla taxonómica del gato (Felis silvestris catus) lo más completa posible:
| Reino | Animalia |
|---|---|
| Filo | Chordata |
| Subfilo | Vertebrata |
| Clase | Mammalia |
| Subclase | Theria |
| Infraclase | Placentalia |
| Orden | Carnivora |
| Suborden | Feliformia |
| Familia | Felidae |
| Subfamilia | Felinae |
| Género | Felis |
| Especie | Felis silvestris |
| Subespecie | Felis silvestris catus |
| Autor y Año | Schreber, 1775 |
Sinonimia
- Felis catus Linnaeus, 1758
- Felis silvestris domesticus
El nombre actual del gato en muchas lenguas proviene del latín vulgar “catus.” Paradójicamente, en la antigüedad, “catus” hacía referencia a los gatos salvajes, mientras que a los gatos domésticos se les llamaba “felis.”
Como resultado de mutaciones genéticas, cruzamientos selectivos y la influencia humana, han surgido numerosas razas de gatos. Algunas de ellas, como el sphynx o el peterbald, carecen de pelo, mientras que otras, como los gatos bobtail o manx, no tienen cola. Además, existen gatos con coloraciones inusuales, como los gatos azules.
Comunicación y Popularidad
Los gatos se comunican principalmente a través de vocalizaciones, siendo el maullido y el ronroneo las más reconocibles. Sin embargo, pueden aullar, gemir, gruñir y bufar para expresar sus emociones o intenciones. Además de las vocalizaciones, los gatos adoptan posturas y expresiones que transmiten información a otros gatos, enemigos o cuidadores.
Junto con los perros, los gatos son las mascotas más populares y se utilizan en la lucha contra roedores. En 2017, se estimó una población mundial de aproximadamente seiscientos millones de gatos, incluyendo mascotas, gatos callejeros y gatos salvajes. De estos, alrededor de 100 millones eran gatos silvestres. Hasta esa fecha, Estados Unidos tenía la mayor población de gatos como mascotas, mientras que Rusia se destacaba con unos 23 millones de gatos domésticos en 2021, convirtiéndose en el país europeo con mayor población de estos felinos.
Impacto en el Ecosistema
Debido a su versatilidad como depredadores y a su alto potencial reproductivo, especialmente cuando se les suministra alimento sin controlar su reproducción, el gato doméstico se considera una de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Su capacidad para cazar y su éxito reproductivo lo hacen un factor importante a considerar en la conservación de la fauna local.
Nomenclatura
Cuando se trata de clasificar grupos de animales, solemos recurrir a términos colectivos como jauría para los perros, piara para los cerdos, bandada para las aves o cardumen para los peces. Sin embargo, en la nomenclatura zoológica en español, no existe un término específico para describir a un grupo de gatos.
Por defecto, se utiliza la palabra “colonia” para referirse a un grupo de gatos. El mismo problema se presenta al nombrar a las crías de gatos, especialmente durante su período de inmadurez.
En términos generales, a las crías se les llama “cachorros de gato”, “gatitos” o “mininos”. En el contexto de exposiciones felinas, los cachorros más jóvenes que aún no han cumplido al menos seis meses suelen ser llamados “pet”.
Además, se distingue entre gatos “neutros” y gatos “enteros” en función de su capacidad reproductiva. Los gatos “neutros” han sido sometidos a una extirpación de sus gónadas y no pueden reproducirse, mientras que los gatos “enteros” conservan su capacidad reproductiva.
Un gato cuyos antepasados están debidamente registrados se considera de “pedigrí”. En términos estrictos, un “purasangre” es aquel que tiene antepasados de la misma raza, mientras que en el caso de un gato de “pedigrí” es esencial contar con un registro genealógico de sus antepasados, los cuales pueden pertenecer a diferentes razas.
En términos generales, existen dos categorías principales de gatos domésticos: los de pelo largo y los de pelo corto, que a menudo se denominan “mestizos”. Sin embargo, los gatos de “purasangre” representan menos del 10% de la población de gatos domésticos en todo el mundo.
Características
Tamaño
En cuanto a su tamaño, los gatos tienen una longitud promedio de aproximadamente 46 cm desde la cabeza hasta la cola y una altura de entre 23 y 25 cm. Por lo general, su cola mide alrededor de 30 cm, a menos que se trate de mutaciones, malformaciones o razas específicas como el Bobtail o el Manx. Es importante destacar que los machos tienden a ser más grandes que las hembras.
El gato doméstico presenta un cráneo más pequeño y huesos más cortos en comparación con el gato montés europeo.
Peso
El peso de los gatos varía, generalmente oscilando entre 2,5 y 7 kg. Sin embargo, algunas razas, como el Ragdoll y el Maine Coon, pueden superar los 11,3 kg. Se han registrado casos excepcionales de gatos que superaron los 23 kg debido a la sobrealimentación, aunque es importante destacar que el sobrepeso es perjudicial para el animal y debe evitarse mediante una dieta equilibrada y ejercicio físico, especialmente en gatos que viven exclusivamente en el hogar.
Longevidad
La esperanza de vida de los gatos domésticos machos se sitúa entre los doce y catorce años, mientras que las hembras tienden a vivir uno o dos años más. Se ha registrado un caso excepcional de un gato que vivió hasta los treinta y ocho años.
La longevidad de los gatos se ve favorecida si se restringe su acceso al exterior, lo que reduce el riesgo de lesiones y enfermedades, y si se esterilizan, lo que disminuye el riesgo de cáncer testicular o de ovarios en el caso de las hembras.
Los gatos callejeros que habitan en entornos urbanos suelen tener una esperanza de vida de solo dos años o menos, mientras que aquellos que viven en colonias pueden disfrutar de una vida mucho más prolongada.
Pelaje
El pelaje de los gatos presenta una amplia variedad de colores y patrones. Pueden ser de un solo color, como completamente blancos o completamente negros, aunque en ocasiones tienen pelos negros dispersos en ciertas áreas del cuerpo.
También es común encontrar gatos bicolor, como blanco y negro, blanco y naranja, pardo y blanco, o gris y blanco. Algunos gatos exhiben un patrón atigrado en tonos grises o naranjas, mientras que otros tienen un color siamés con zonas más oscuras en la cara, orejas, patas y cola.
Existen gatos con un pelaje carey, que es mayoritariamente negro con pequeñas manchas o áreas más grandes de color naranja o miel. Además, algunos gatos tienen tres colores combinados, como blanco, negro y naranja.
Es relevante señalar que los gatos tricolores o de hasta cuatro colores son exclusivamente hembras, o en casos raros, machos con una anomalía genética que incluye dos cromosomas X (machos XXY), lo que generalmente los vuelve estériles (Síndrome de Klinefelter).
Por otro lado, los gatos romanos naranjas suelen ser machos. Es interesante destacar que la clonación de una gata tricolor no produce otra gata tricolor, sino una gata bicolor, debido a la inactivación del cromosoma X durante la fase embrionaria.
La cantidad de blanco en el pelaje de una gata tricolor determina la distinción de las manchas de otros colores en su pelaje. Aquellas con manchas claramente definidas y un alto porcentaje de blanco se conocen como calicó, mariposa o gata española, mientras que aquellas con poco blanco y colores mezclados se llaman gatas carey o tortuga.
En cuanto a la textura del pelo, los gatos pueden tener pelo muy corto, como el Sphynx, cuyo pelo es casi invisible, o pelo rizado, como el Rex Devon. También hay gatos de pelo corto normal con un solo color o puntas de otro color, gatos de pelo semilargo y gatos de pelo largo, resultado de cruces con razas como el bosque de Noruega o el persa.
La domesticación ha ejercido presiones selectivas sobre el color y la textura del pelo de los gatos. Aunque muchas razas se han desarrollado recientemente, gran parte de la variación de color en los gatos se originó durante la domesticación antes de la aparición de las razas específicas.
Un estudio reciente en gatos blancos con manchas ha revelado mutaciones de polimorfismo de nucleótido simple en el gen KIT, que son responsables del fenotipo de pigmentación de las manchas. Este gen está principalmente involucrado en la migración de los melanocitos, su proliferación y supervivencia.
Patas
Los gatos son digitígrados, lo que significa que caminan sobre sus dedos. Sus patas delanteras tienen cinco dedos, uno de los cuales no toca el suelo, mientras que las patas traseras tienen cuatro dedos. Los gatos tienen garras retráctiles, las cuales están cubiertas por la piel que rodea las almohadillas de los dedos.
Existe la creencia errónea de que los gatos siempre aterrizan sobre sus patas si caen desde una altura. A este fenómeno se le conoce como el reflejo de enderezamiento, aunque no siempre los gatos logran recuperar su posición ideal antes de tocar el suelo. Las caídas desde lugares elevados conllevan el riesgo de sufrir heridas graves.
Orejas
Los gatos tienen una capacidad auditiva excepcional gracias a sus orejas, que están equipadas con treinta y dos músculos individuales, permitiéndoles escuchar de manera direccional. Lo notable es que pueden mover cada oreja de forma independiente, lo que les permite orientar su cuerpo en una dirección mientras enfocan sus orejas en otra.
La mayoría de los gatos posee orejas rectas y erguidas, aunque las razas con orejas caídas son extremadamente raras, siendo la raza Scottish Fold una de las pocas excepciones debido a una mutación genética. Cuando un gato se siente enfadado o amenazado, instintivamente inclinará sus orejas hacia atrás, cubriendo los canales auditivos.
Rasgos físicos
Los gatos son conocidos por su agilidad y elasticidad, lo que les permite pasar por aberturas estrechas con facilidad. Su capacidad de movimiento es tan impresionante que pueden atravesar lugares en los que solo cabe su cabeza, gracias a la flexibilidad de sus clavículas, que cuentan con un pequeño cartílago que les otorga una gran elasticidad.
Metabolismo
Los gatos tienen un ritmo de vida peculiar en cuanto a su metabolismo. Por lo general, pasan más tiempo durmiendo que la mayoría de los otros animales, especialmente a medida que envejecen. Suelen tomar largas siestas, con una duración promedio de trece a catorce horas. Algunos individuos pueden incluso dormir hasta veinte horas.
Sin embargo, debido a su naturaleza nocturna, es común que experimenten momentos de hiperactividad y alegría por las tardes, fenómeno apodado vulgarmente como “locura de la tarde”, “locura de la noche”, “la hora del gato loco” o “demencia de media hora” por algunos científicos.
El temperamento de un gato puede variar dependiendo de su raza y su nivel de sociabilidad. Los gatos de pelo corto tienden a ser más delgados y activos, mientras que los de pelo largo suelen ser más pesados y menos enérgicos.
En términos de temperatura corporal, un gato normalmente mantiene una temperatura de alrededor de 38 a 39 °C. Se considera que un gato tiene fiebre si su temperatura supera los 39.5 °C o que está en hipotermia si baja por debajo de los 37.5 °C.
En comparación, los humanos tienen una temperatura corporal promedio de aproximadamente 36.9 °C. En cuanto al ritmo cardíaco, un gato doméstico generalmente tiene una frecuencia cardíaca que oscila entre 120 y 220 latidos por minuto, lo cual varía según su nivel de excitación. Durante el reposo, el ritmo cardíaco se sitúa en un promedio de 150 a 180 latidos por minuto.
Metabolismo de Ácidos Grasos
Los gatos, como carnívoros obligados, no pueden sintetizar ciertos ácidos grasos esenciales. Esto ha llevado a la sugerencia de que utilizan una vía aún desconocida para obtener estos ácidos grasos esenciales, necesarios para su salud y reproducción.
Su biología también muestra una selección de genes relacionados con el metabolismo lipídico, como el gen ACOX2, que es esencial para el metabolismo de los ácidos grasos de cadena ramificada, y mutaciones en el gen PAFAH2, asociadas al riesgo de enfermedad cardíaca coronaria y la isquemia.
Sentidos
Los gatos poseen sentidos altamente desarrollados, superiores en varios aspectos a los de los seres humanos. Junto con avanzados receptores de visión, gusto y tacto, los gatos tienen una impresionante capacidad sensorial.
Visión
La visión de los gatos es excepcional durante la noche, superando la de los humanos, aunque es inferior a la nuestra durante el día. Poseen el tapetum lucidum, una capa que refleja la luz adicional sobre la retina, permitiéndoles ver con poca luz, aunque esto puede reducir su precisión visual en ambientes bien iluminados.
En presencia de luz intensa, la pupila del ojo del gato se contrae significativamente para reducir la cantidad de luz en la retina y mejorar la profundidad de campo. El tapetum lucidum, junto con otros mecanismos, les otorga una capacidad de detección de luz siete veces mayor que la de los humanos. Se cree que los gatos también pueden ver en el infrarrojo cercano.
Los gatos tienen un campo visual estimado de alrededor de 200°, mientras que en los humanos es de 180°. Esto les permite ver objetos con claridad a distancias que van desde 30 hasta 60 metros. Sus ojos están ubicados frontalmente, lo que les permite percibir la profundidad y distancia de los objetos utilizando la visión estereoscópica, al recibir dos imágenes ligeramente diferentes del mismo objeto.
A diferencia de los humanos, que tienen una fóvea óptica para una agudeza visual superior, los gatos poseen una banda central conocida como raya visual. Pueden distinguir ciertos colores, percibiendo el verde y siendo sensibles a longitudes de onda en el rango azul-violeta y amarillo-verde.
Además de sus párpados superiores e inferiores, los gatos tienen un tercer párpado, la membrana nictitante, que actúa como una capa de protección adicional. Esta membrana se cierra parcialmente en caso de enfermedad y ocasionalmente puede ser visible cuando el gato está somnoliento. Si un gato muestra crónicamente su tercer párpado, se recomienda llevarlo a un veterinario para una evaluación. Su posición es oblicua y se origina desde el lacrimal sin cerrar completamente el globo ocular.
Audición
Los gatos poseen una notable capacidad auditiva que supera la de los humanos y los perros en términos de tonalidades. Pueden percibir sonidos en un rango que abarca dos octavas por encima de lo que los humanos pueden detectar y una octava y media por encima de lo que los perros son capaces de escuchar. Esta agudeza auditiva les permite girar sus orejas de manera independiente para precisar la dirección de la fuente del sonido.
Olfato
El sentido del olfato en los gatos domésticos es bien desarrollado y cuenta con un órgano especializado llamado órgano de Jacobson o vomeronasal. Este órgano se encuentra ubicado sobre el paladar y les permite detectar feromonas, sustancias químicas que desempeñan un papel crucial en la comunicación entre gatos. Los gatos utilizan un característico movimiento facial llamado reflejo de Flehmen para enviar compuestos químicos a este órgano y así interpretar las señales químicas en su entorno.
Genéticamente, se ha descubierto que los gatos tienen un repertorio de genes de la familia V1r (receptores vomeronasales) más amplio en comparación con los perros, lo que respalda su comunicación quimiosensorial basada en feromonas. En contraste, el análisis del repertorio completo de genes de la familia Or (receptores olfatorios) muestra que los gatos tienen un repertorio funcional más reducido en comparación con los perros, lo que explica en parte su menor dependencia del olfato para cazar y localizar presas.
Gusto
Los gatos tienen relativamente pocas papilas gustativas en comparación con los humanos, con aproximadamente cuatrocientas setenta en total, en contraste con las más de nueve mil papilas gustativas que se encuentran en la lengua humana. Un hecho interesante es que los gatos tienen una mutación en el gen receptor del gusto que les impide detectar el sabor dulce, ya que sus papilas gustativas dulces no pueden unirse a las moléculas azucaradas.
En cambio, sus papilas gustativas responden a sabores ácidos, aminoácidos, proteínas y sabores amargos. Además, los gatos muestran una clara preferencia por los alimentos a una temperatura cercana a los 38 °C, similar a la temperatura de una presa recién cazada, y suelen rechazar alimentos que estén fríos o refrigerados.
Vibrisas
Los gatos cuentan con aproximadamente una docena de cerdas sensitivas conocidas como “vibrisas” ubicadas en el labio superior, algunas en las mejillas, sobre los ojos, en el mentón y ocasionalmente en la muñeca y las cejas. Es importante mencionar que la raza Sphynx puede carecer por completo de estas cerdas.
Las vibrisas son fundamentales para transmitir impulsos eléctricos relacionados con la percepción táctil a la región somatosensorial de la corteza cerebral, conocida como la “región de barriles”. En el cerebro, cada vibrisa está asociada con un barril, que consiste en un grupo de neuronas corticales que están relacionadas morfológicamente y que forman una columna cortical funcional para procesar la información táctil.
